Desde hace no pocos años estoy algo preocupadillo con todo eso de las emisiones antropogénicas y la manera tan estúpida en la que **nos estamos cargando el planeta**. De modo que, desde mi limitadísima parcela personal, estoy empezando a cambiar hábitos y moverme no solo para reducir las emisiones de carbono, sino empujar el sistema en la dirección que estimo necesaria.
Sí, lo sé, soy consciente de que un cambio de hábitos en economías avaznadas como en la española apenas supone una reducción del 4 % de las emisiones de carbono.^[ [[Agencia Internacional de la Energía]], [[Net Zero by 2050 A Roadmap for the Global Energy Sector]], [URL](https://iea.blob.core.windows.net/assets/deebef5d-0c34-4539-9d0c-10b13d840027/NetZeroby2050-ARoadmapfortheGlobalEnergySector_CORR.pdf) «_Behavioural changes, particularly in advanced economies – such as replacing car trips with walking, cycling or public transport, or foregoing a long‐haul flight – also provide around 4% of the cumulative emissions reductions._» p.17 ] Creedme que lo sé, pero por algún lugar hay que empezar a recortar emisiones y beneficios de las grandes corporaciones capitalistas cuya rueda empujamos con alegría. ¿Cómo dejar de girar (un poco)?
## Quitar energía a las grandes eléctricas y descarbonizar en el proceso
1. En 2019 me compré mi piso, y lo primero que hice fue arrasar con los radiadores y **quitar la contaminante caldera de gas natural**. En lugar de comprarme otro trasto que generase emisiones locales para hacer toser a mis vecinos, opté por meter aerotermia aire-aire mediante conductos —como un _split_, pero más grande, como lo que se ve en las oficinas—, un termo eléctrico de agua y una cocina 100 % eléctrica. Además, evité comprar horno, que es de los electrodomésticos que más energía consumen.
2. Un año después, preocupado por las emisiones no locales de mi energía al ser generada —en España, la red eléctrica usa combustibles fósiles— **me pasé a una compañía renovable** llamada HolaLuz. Y no, como veréis más adelante, esto no es un anuncio. ¿Qué cambió? Pasé de comprar energía muy sucia a una enorme multinacional a comprar energía bastante más limpia a una empresa menos grande. Fue un pequeño paso adelante, pero no me quedé ahí.
3. No me terminaba de convencer comprar energía a una empresa privada que incluía algunas energías poco limpias en su catálogo y que incluso vende gas natural en otros contratos, de modo que un par de años más tarde, en 2022, **me hice cooperativista en [La Corriente](https://lacorrientecoop.es/)**. Esto tampoco es un anuncio, pero os la recomiendo. Puede parecer complicado, pero te puedes asociar en unos minutos. La energía es más barata que en las tarifas de empresas, pero es más cara que el PVPC (avisadas estáis). De nuevo, un pasito en la buena dirección. Ahora había cambiado de una empresa vendiendo energía parcialmente limpia, a ser mi propio comprador de energía 100 % renovable como cooperativista.
4. Pero, ¿por qué dejarlo ahí? Había varios problemas con ser 'solo' comprador de energía: la energía no es de producción local, la soberanía energética seguía comprometida y no dejábamos de comprar. El siguiente paso es bastante obvio: con ayuda de mis vecinas, **fundamos una Comunidad Energética Local** llamada [Asociación CE Tercio Terol](https://www.elsaltodiario.com/energia-solar/colonia-tercio-terol-crea-primera-comunidad-energetica-madrid-capital) para plantar cara a las eléctricas. La idea, aún en desarrollo pero ya con capital para el proyecto, es mancomunar los tejados y adquirir placas fotovoltaicas entre todas las vecinas, de forma que nuestra dependencia del mix energético irá bajando lentamente. Y evitaremos generar parte de nuestra energía en otra parte, ahorrando y quitándole a la vez cuota a las eléctricas.
## Cuando puedo evitarlo, que es prácticamente siempre, no uso el coche
Tengo un coche. Sorpresa. Bueno, para ser más exactos mi madre tiene un coche que compartimos mi madre, mi padre, mi pareja y yo. Y, a pesar de todo ese trajín, el coche está parado prácticamente siempre porque en el fondo lo usamos entre poco y nada. Ya hemos tomado la decisión de que será nuestro último coche, y que tras eso iremos alquilando uno cuando toque.
Podría usar ese coche compartido para ir a trabajar, porque desde mi casa en Carabanchel al Ayuntamiento de Parla hay 23 minutos de conducción (más 20 de aparcar, un total de 43 minutos) o 58 minutos de transporte público usando diferentes combinaciones de autobús, metro, tren y tranvía. Entiendo quien no tenga opción de dejar el coche, pero en mi caso ya lo he abandonado por completo.
¿Cuándo sí lo uso? Cuando tengo que transportar carga "pesada" como muebles. Es decir, casi nunca. Además, conduzco siempre "despacio", a 10 o 20 km/h por debajo del límite máximo. Eso hace que se gaste menos combustible para el mismo viaje, dado que el consumo depende del cuadrado de la velocidad.
## Compra 'de proximidad' (bueno, más o menos)
Comprar de proximidad no siempre es fácil. Sí, compro con frecuencia en **tiendas de barrio**, a las que acudo con un carrito de la compra o la mochila, pero en estas muchas veces no hay trazabilidad del producto. Y en grandes superficies, donde sí lo hay, a menudo viene de bien lejos. A las grandes superficies también acudo con carrito.
¿Qué es lo que estoy intentando desde hace años? Y vaya por delante que no es fácil. Aprovechando que vivo en el centro de la península, intento adquirir comida que venga exclusivamente de la misma, (Portugal incluido). Nada de las islas, nada de fuera.
Obviamente, de tanto en tanto me doy un capricho y miro menos, pero mi política en general es que el producto sea 'local', de no más lejos de 500 kilómetros. A partir de los Pirineos, no compro.
## Reducción de consumo de proteína animal, pero sin comerme mucho la cabeza
Desde hace un par de años, **he reducido de forma drástica el consumo de ternera y cerdo**. Tampoco como crustáceos o peces grandes y predadores. Especialmente no atún. El resto, con bastante moderación. Mi ingesta de carne se centra en pollo, huevos y pescados blancos.
Sé que tengo espacio de mejora, pero también sé que en materia de meter cosas en el estómago necesito una adaptación gradual para evitar caer en tentaciones porque me apasiona comer. Comidas familiares o eventos los mantengo como excepciones cuando no soy el anfitrión.
Poco a poco, dadme tiempo.
## Vivo sin secadora y sin horno, y no los echo en falta
Calentar comida en el horno supone una auténtica bestialidad de energía, tanto en potencia como en consumo. Así que cuando me mudé decidí que prescindiría de horno. Tampoco tengo secadora. Seco al sol, como mi abuela, o dentro de la cocina (que es amplia) cuando no cocino. Invierno incluido.
Y sí, en Madrid los inviernos tienen semanas muy húmedas. Tengo un par de tendederos de interior donde cuelgo hasta sábanas. Se gasta menos energía secándolas así que en una secadora. (Escribo esto en enero, junto a ambos tendederos desplegados).
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![[M. Martínez Euklidiadas]]