Uso tres alarmas todas las mañanas por lo general: la primera, es la vibración de mi reloj, durará unos cinco segundos antes de que empiece a sonar incrementalmente, ese sonido, es mi segunda alarma, y si no alcanzo a escucharla, entonces, cinco minutos después, suena mi teléfono, lo mejor es levantarme con la primera alarma, porque además, así no despierto a [[Aimeé]]. A quienes no puedo evitar despertar, por más sigiloso que sea, es a Nymerio y a Mandarino. La vibración del reloj, hasta donde sé, no les despierta, o por lo menos no hace que se levanten, pero para cuando me pongo de pie, por más lento que me mueva, ya puedo sentir al menos una de sus miradas. Hace unos meses que tengo esta idea, de que cuando despierto y gano consciencia, estoy en paz, y luego yo solito me encargo de quitármela, llenando mi mente del mundo exterior, empiezo a pensar en los pendientes del día, el trabajo que tengo que hacer, las limitaciones que tengo y la prisa con la que tengo que ejecutar todas mis actividades. Permito que ese ruido exista incluso fuera de mi mente, me conecto con el mundo a través de mi teléfono, reviso gráficas que describen el precio de cualquier cosa, para ver si lo compro, porque valdrá la pena venderlo después, o leo un correo que demanda aún mayor atención de mi mente hacia afuera, o, incluso, en mis mañanas menos favoritas, miro fotografías y videos de otras personas en redes sociales, que provocan en mí sensaciones de envidia y celos; cuestionamientos a quién soy yo y qué estoy haciendo, de la forma menos saludable posible. Durante el último par de meses, decidí que no quiero seguir así, que quiero llevar mi propio ritmo, que si voy a escuchar algo en cuanto me levanto, quiero que sea a mí mismo. Así que me he prohibido conectar con el mundo exterior hasta que no he hecho lo siguiente: 1. Meditar diez minutos, por lo menos cinco. Sin guía, una meditación de escucha activa sobre lo que quiere decirme mi espíritu. 2. Escribir por lo menos cinco minutos con miras a publicarlo en el [[Mapa público de mi consciencia|mapa público de mi consciencia]]. Es posible que lo publique al instante, pero sé que puedo dejar que repose hasta la media noche si así lo prefiero. 3. Convivir un momento con los gatitos. Saludarles, servirles su desayuno y platicar mentalmente con ellos, sin restricciones de tiempo, ni mínimas, ni máximas, sino lo que vaya a ser Hasta ese punto, con la intención de conservar mi paz interior la mayor cantidad de tiempo posible, entonces sí, ya puedo incorporarme al día. Me gustaría agregar una rutina mínima de calistenia, para acercarme más a completar la [[meditación integral]] de la jornada) Aún no lo incorporo a mi ritual matutino, porque no estoy seguro de comprometerme a lograrlo sin fallar, como los puntos previamente descritos. Quiero empezar con algo que, aunque en ocasiones me rete, sepa que puedo convertir en lo mínimo que hace [[mi yo ideal ]] por las mañanas. --- Notas: No sé cómo escribirlo aún, pero quiero escribir sobre mi intención de hacer un [[voto de silencio por las mañanas]], y de hablar de la idea del voto de silencio en general, gran parte de la intención espiritual de guardar silencio por las mañanas, es porque me gustaría un día, asistir a un retiro con otras personas, donde el voto de silencio sea nuestro común denominador.