*No hay spoilers en este texto.* Hace casi una semana, se estrenaron los últimos tres capítulos de la segunda temporada de Arcane, capítulos que cierran la primera historia de la ahora confirmada franquicia. Arcane, es una serie basada en los personajes de [[League of Legends]]. Pero puedes jamás haber oído del videojuego, o incluso tenerle rechazo, y aún así disfrutar de la serie, porque Arcane hizo algo tan increíble, que LoL es lo de menos cuando se habla de ella. He sentido el impulso de escribir acerca de esta obra desde hace rato, pero especialmente con la segunda temporada, creí muy importante darme un tiempo para permanecer en silencio y buscar entender qué fue lo que movió en mí y cómo lo hizo, porque **Arcane es una serie muy importante para mí** y no lo quería decir a la ligera, sino con toda la seguridad con la que ahora lo escribo. Aún no organizo todos mis piensos al respecto; seguramente sea una serie de la que hable en muchas otras notas, pero por ahora, me quisiera centrar en lo que estoy seguro que puedo decir: #### Arcane me hizo sentir tanta intensidad, que no recuerdo cuándo un producto audiovisual me hizo sentir así Tanto, que no pude con ello. La semana después del segundo set de capítulos, estuve prácticamente en duelo conmigo mismo. Con mis sentires, con mis memorias y mis piensos sobre las personas que quiero o quise, y que me quieren o me quisieron. Lo que me han hecho o dicho, lo que yo les he hecho o dicho, y con un gran dolor que me atravesó sin descanso, **lo que yo no hice o no dije.** #### Arcane habla de lo importante Hubo un comentario de [[Aimeé]] que me cimbró mientras veíamos el último set de capítulos poniendo pausa cada diez minutos para conversar veinte, fue cuando ella me dijo algo como: "No lo puedo explicar, pero todas las historias que calan tan fuerte y tan profundo, hablan sobre lo mismo, pero no te puedo decir exactamente qué es". Desde mi punto de vista, ese algo es la idea de **confiar en las demás personas. Confiar verdaderamente, y permitir que las demás personas confíen en ti.** De eso es de lo que las grandes historias hablan, pienso yo. Y Arcane es la gran obra que es, por su animación, por su dirección, por su arte, por su edición, por lo que más haya resonado contigo, pero desde mi muy particular punto de vista, porque cuenta magistralmente la historia de toda la vida, la de: **Voy a confiar en ti, plenamente. No me falles por favor, que yo no te voy a fallar, porque puedes confiar en mi plenamente"** Pero luego, inevitablemente, de qué pasa cuando hacemos esa promesa de la forma más genuina que podemos, y aún así, eventualmente alguien va a "fallar", porque somos humanos, pero que a pesar de eso: **Vale la pena confiar en la otra persona. Es importante perdonar a la otra persona (sobretodo) cuando incluso nuestra percepción es que nos fallaron** **Y es importante perdonarnos genuinamente, a nosotros mismos, cuando nosotros fallamos, porque no existe otra manera de conseguir la paz con nosotros mismos.** Encima está, que nos cuenta esto mientras se ve, se escucha y **se siente** como la pieza más grandiosa de animación que ha existido en muchísimo tiempo, quizá nunca. Quizá es un antes y un después para la industria audiovisual. Encima lo hace con personajes que son las personas que quiero, que son yo, que son las personas que no entiendo y que no me entienden y las que sí también. **Seguro que es un antes y un después para mí.** Quisiera cerrar esta primera nota con las tres grandes obras de animación que me han aportado tres lecciones importantísimas de vida: 1. **[[Naruto]] me enseñó a tener empatía**. A concebir que existen imposibles para mí, que son posibles en la mente de alguien más y viceversa. Me enseñó a que me realmente me importara mi gente. 2. **[[One Piece]] me enseñó a soñar**. A concebir que existen imposibles para mi yo actual, que son posibles para mi yo posterior, pero que sólo son posibles en compañía de la gente que amo. Me enseñó a que realmente me importe mi prójimo, porque aspiro a que todas las personas sean mi gente. 3. **Arcane me enseñó a confiar**. A concebir que existen percepciones mías de que "alguien me falló", pero que yo no tenía la información completa, o yo no sentía lo que los demás sentían, o yo qué sé, da igual. **Y dejarlo ir.** Asumiendo que al igual que yo, la otra persona me dio lo mejor de sí, como yo le doy lo mejor de mí. Por lo tanto, **aunque a veces difícil, es obvio confiar, perdonar, y seguir adelante juntos.** --- Este texto es parte del [[Mapa público de mi consciencia]], si te gustó lo que leíste, quizá pueda interesarte leer lo que pienso sobre [[Mi relación con la meditación]], o que [[Tienes que creer en ti mismo]], o qué se siente [[Ver el mundo con lentes nuevos]]